domingo, 30 de noviembre de 2014

Yo no creo en brujas, pero el Malleus Maleficarum sí.

      A fines de la década del 70 tuvo mucho éxito una enciclopedia en fascículos llamada "Hágalo Usted mismo". En ella uno podía aprender a construir una mesa, colocar cerámicas en los pisos, arreglar caños o montar la instalación eléctrica de una casa. Los resultados, para los torpes como quien escribe, eran penosos por más que el sujeto fotografiado en las explicaciones de la revista lo hiciera parecer sencillo. Con el tiempo se fueron sumando más publicaciones que enseñaban, paso a paso a realizar muñecos de felpa, tortas de cumpleaños, reparaciones automotrices, cría de nutrias en cautiverio o zapateo americano. De hecho hoy podría considerarse la publicación de los manuales de realización de cualquier actividad por parte de legos como todo un género literario. 

      Internet no hizo más que profundizar esa manía por evitar a los profesionales de cada área y reemplazarlos por nosotros mismos, con los resultados que caben esperar. En Youtube pueden encontrarse los tutoriales más variados y extravagantes. Gente explicando como trabajar con resina epoxi, como bañar a un gato o como montar un reactor nuclear en el desván de la casa son de lo mas comunes. Cualquiera parece tener a la mano la realización de trucos de magia, arrollados de pollo, molduras en yeso u operaciones de apendicitis con solo consumir unos minutos de video. 

      Bombilla Tapada pasará revista hoy de uno de esos manuales. Las instrucciones detalladas para realizar la tarea deseada con la mayor solvencia posible. El mismo fue escrito en colaboración por dos alemanes: Heinrich Kramer y Jakob Sprenger y no es extraño que sus nombres no les suenen porque vivieron en el siglo  XV aunque el libro tiene múltiples re impresiones, una de ellas en fecha tan cercana como el año 2006. El nombre del libro está en latín y se llama Malleus Maleficarum y su traducción significa Martillo de las Brujas. En 1484 el Papa Inocencio VIII emitió una bula (un documento papal) en donde admitía la existencia de la brujería y por ende de las brujas, a pesar de que otro documento, tan papal como ese pero del 906, catalogaba de herejía la creencia de que la brujería fuera posible. 

      Si íbamos a cazarlas y eliminarlas primero había que reconocerlas. Conocer sus trucos y tácticas. Sus engaños y hechizos. Y para eso fue escrito este manual, objeto de estudio de la presente nota. Tomen sus antorchas que adentro está oscuro y acompáñenme.

Papa Inocencio VIII
      Kramer y Sprenger eran ambos inquisidores en Tirol y Colonia, respectivamente. Kramer ya había escrito para ese entonces un tratado sobre brujería con lo cual solo tuvieron que agregar un poco más de texto para llegar a editar el libro solicitado por el Papa Inocencio. Ambos deben enfrentar una pequeña dificultad inicial para justificar la existencia de la brujería. El planteo es el siguiente: ¿Como puede ser que siendo Dios todopoderoso permita la existencia de las brujas? A decir de ambos sacerdotes alemanes la brujería oficia como "válvula de escape" de la maldad del Demonio. Si Dios no le permitiera a Satanás esa pequeña victoria de la maldad sobre el bien, como es la brujería, éste se volcaría directamente a la destrucción del mundo, cosa que no le conviene ni a Dios y particularmente a nosotros que vivimos en él. La explicación dista mucho de ser contundente pero conviene no llevarle la contra a los inquisidores del siglo XV así que vamos a aceptarla y a seguir adelante.

Íncubo
      El libro discute y tiene gran profusión de citas a otros libros lo que demuestra la erudición del los tales Sprenger y Kramer sobre el tema. Por ejemplo: se plantea la disquisición sobre si los íncubos y súcubos (demonios con características reproductivas, varón y hembra respectivamente) pueden engendrar niños humanos en parejas religiosamente casadas. La obvia conclusión de ambos estudiosos es que no, por supuesto, dado que el matrimonio es una obra de Dios y ningún demonio lujurioso va a tener poder sobre un acto divino. Luego, capítulos adelante, se preguntan cual es la causa por la cual existen más brujas que brujos. Nuestros muchachos tienen la respuesta: La mujer es inferior intelectualmente y eso la hace débil ante la tentación del Demonio. Claro, conciso y....ligeramente misógino. 

      Pero sobre las brujas caía una acusación más grave y extraña que el volar montadas en escobas o convertirse en animales. La creencia popular en la época era que las brujas, mediante hechizos, eran capaces de provocar impotencia sexual masculina y hasta llegar a la castración por vía sobrenatural. El famoso: "Te juro que es la primera vez que me pasa" podía adjudicarse no a los nervios, a la vejez o a una vida desordenada sino simplemente a un hechizo.  El libro afirma, sin que sus autores hagan ninguna salvedad sobre sentidos figurados o metáforas, que las brujas "coleccionan órganos viriles en gran número...los colocan en nidos de pájaros...donde se mueven como seres vivientes...y se nutren de avena y maíz". El Comité de Autocensura de Bombilla Tapada, consciente de que puede haber niños en la sala se abstendrá de hacer comentarios al respecto de esta escena que, a priori, es de las más bizarras que pudiera uno imaginar.

      En resumidas cuentas. Además de la impotencia, las brujas eran responsables de: provocar heridas a distancia (una suerte de voodoo europeo), provocar infertilidad tanto a humanos como a animales, provocar enfermedades en los hechizados, aún sin tener contacto físico con ellos, hacer enloquecer a los caballos, trasladarse por el aire de un lugar a otro, provocar con su mirada el cambio de parecer en un juez (con lo cual, si una mujer acusada de brujería era absuelta, mediante las instrucciones de este libro, podría aducirse que lo que en realidad había ocurrido era que había hechizado al juez). También pueden ver el futuro o conocer que es lo que está ocurriendo en algún sitio fuera del alcance de su mirada. 

     No vayan a creer que el Martillo de las Brujas sólo tiene descripciones de los males que dichas hechiceras pueden provocar solo a modo de catálogo. También trae métodos (como todo buen manual) para detectar y solucionar los males causados. Por ejemplo, si una bruja pretende obtener leche de una vaca, y aunque la vaca no esté ahí ella puede, poniendo entre sus piernas un balde (como si ordeñara), clavando un cuchillo en la pared y realizando la mímica del ordeñe hacer que un demonio por ella conocido quite la leche de las ubres de una vaca cualquiera y la deposite en el balde antes mencionado. Ocurrirá entonces que tendrá usted una vaca embrujada con todo lo que ello conlleva (que al momento no sabemos bien que es). Procederá usted a llevar su vaca al campo y colocarle unas calzas de hombre (en ese entonces existían calzas de hombre) lo que desde ya supone una dificultad. Luego le asestará a la vaca un palazo de modo que espantada y guiada por el mismo demonio la vaca comience a correr y se dirija directo hacia la puerta de la casa de quien la ha hechizado siendo prueba indubitable de que allí vive una bruja. Como medida de profilaxis ante nuevos hechizos los estudiosos aconsejan retirar el umbral del cobertizo donde el ganado durmiera y colocar uno nuevo previamente rociado con agua bendita. Si fuera que llueve demasiado, con granizo y todo, debe hacerse usted la señal de la cruz en medio de la lluvia, tomar tres piedras de dicho granizo y tirarlas al fuego. Luego ha de repetir las palabras iniciales del Evangelio según San Juan tres veces (no aclara si son las primeras 3 palabras o las primeras 200). Debe entonces ordenarle a los cielos que huya la tempestad por el poder del Evangelio. Si la tormenta cesa de inmediato es señal de que había sido provocada por hechicería. Si no para de llover, se verificará que era una lluvia común y corriente nomás. Quiero volver a aclarar que el libro trata estos temas con una enorme seriedad aunque cuando uno lo lee suene a broma.

Tribunal del Santo Oficio
      Pero no todo está perdido porque existen personas que quedan al margen de los posibles hechizos. Personas que no pueden ser alcanzadas por la maldad de la brujería. Sospechosamente este grupo de seres inmunes está formado por los inquisidores y el personal eclesiástico que se encarga de perseguir y encarcelar a las brujas categoría a la que casualmente pertenecen ambos autores del libro, esto debido a que cuentan con la bendición especial de los ángeles, sin que se aclare quien se lo comentó a Kramer y Sprenger. El resto de los mortales podemos no solo caer bajo el poderoso flagelo de la brujería sino también estamos a merced de cualquier posesión demoníaca que ande dando vueltas por ahí, como una gripe. La enorme diferencia, en palabras de los especialistas, es que la posesión del Demonio sobre un tipo cualquiera será contra la voluntad del huésped, en cambio la posesión demoníaca sobre una bruja es bienvenida por la misma, de modo que su alma se encuentra en estado irrecuperable (como cierta calificación de los créditos bancarios)

     De modo que la Santa Inquisición, cumple con el penoso deber de informar que tiene que matar, lisa y llanamente a las brujas. Su alma ha perdido la libertad y sus delitos son contra la Iglesia y por ende contra todos los hombres. Debía además cuidarse quien oficiara de abogado defensor de la acusada, dado que la demasiada vehemencia en su defensa podía también significar posesión demoníaca y correr la misma suerte que su defendida. Para evitar males mayores, si la bruja tuviera hijas mujeres y ante la eventualidad de que siguiera los pasos de su madre, no estaría de mas, ahorrando leña, purificar sus almas mediante el fuego. 

      El libro del que tratamos hoy formó parte del kit del inquisidor durante unos 300 años desde su primera publicación. Las estimaciones más benévolas calculan en unas 60.000 personas (en su enorme mayoría mujeres) juzgadas, torturadas y conducidas a la hoguera (ingenioso método de ejecución que procuraba el "no derramamiento de sangre"). Las estimaciones menos benévolas llevan el número hasta casi 5.000.000 de almas condenadas por brujería en el transcurso de esos 3 siglos. 

Para los que quieran leer, o pegar una ojeada al libro, les dejo el link al mismo en pdf 


      Para los que no lo quieran leer contentense con saber que afortunadamente nuestra bruja preferida nunca fue alcanzada por el Tribunal del Santo Oficio.


Que anden bien!











   


domingo, 23 de noviembre de 2014

¿Querés ganarte U$S 1.000.000? Preguntá por James Randi

      La escena, esta vez no incluye cotas de malla, vestidos suntuosos de princesas y palacios sino trajes de telas brillantes y peinados con "brushing" dado que ocurre en los años 80.  Sobre el escenario un caballero de excelente porte, impecable traje, cabellos oscuros (presumiblemente teñidos) y un micrófono en la mano. Habla con vehemencia y gesticula con entusiasmo. La platea del auditorio está completa. Con la mano libre el orador se toma la frente y apunta hacia arriba. Como si hubiera recibido un mensaje telepático de repente emite un nombre:


- ¿Está John Smith en la sala? - (o Peter Carlson o Stephen West. Es sólo un ejemplo)

Un señor de bastante edad se pone de pié levantando su mano derecha tímidamente

      -Acérquese - lo invita el sujeto del micrófono. El tal John Simth se acerca lentamente hacia el escenario y sube con alguna dificultad los 4 escalones que lo separan del presentador. 
-Sus riñones serán curados por el poder del Señor - vocifera con entusiasmo el hombre del traje ante el estupor de Smith. Efectivamente John viene arrastrando hace unos meses una dolencia renal que le impide hacer su vida normal, inclusive caminar con soltura, y lo han puesto al borde del trasplante. Su seguro médico no lo cubre por lo que Smith además de su problema renal carga con una enorme angustia. Que el hombre del traje lo haya llamado por su nombre sin conocerlo previamente y que haya ubicado su dolencia justamente en los riñones constituye para John y para otras miles de personas una clara evidencia de presencia divina.

      El predicador impone su mano derecha sobre la frente de John invocando a Dios para que elimine la dolencia de su feligrés. De algún modo extraño Smith se siente momentáneamente mejor. 

      Luego de que Smith ha vuelto a su sitio en la platea el predicador comenta, recuerden que la escena transcurre en los primeros años de la década del 80, que está organizando un operativo para enviar Biblias a la Unión Soviética. Sostiene que buena parte de los problemas y tensiones que se establecieron entre los Estados Unidos y Rusia se deben a que el gobierno ruso impide el contacto de su propio pueblo con Dios. El plan incluye colgar miles de Biblias de unos globos de helio para emular a la película "Lluvia de Hamburguesas" pero con Biblias. Pide para ello la colaboración económica de los presentes y aún de quienes están presenciando el evento desde sus casas dado que el acto está siendo televisado en vivo, como todas las semanas.

Peter Popoff
      El predicador se llama Peter Popoff y ha nacido en Alemania del Este allá por 1946, a poco de terminada la guerra. Vive en los Estados Unidos junto con su esposa Elizabeth. Para 1985 han llegado a la televisión nacional y es allí desde donde impulsan la campaña para llegar a la URSS mediante Biblias voladoras. En uno de sus programas, Popoff con lágrimas en los ojos manifiesta que el dinero recaudado hasta el momento había sido robado, una obra del demonio claramente, razón por la cual le pide a sus varios millones de televidentes que redoblen su esfuerzo económico a fin de que el proyecto pueda financiarse de todos modos.



      La popularidad y las curaciones milagrosas de Peter Popoff y Elizabeth no paraban de crecer, hasta que en 1986 se interpuso en su camino Randall James Hamilton Zwinge

-¿Quien? - preguntará usted arqueando las cejas hacia abajo

-James Randi, el Asombroso Randi - intentaré explicar yo sin éxito. Viendo que ustedes no tienen ni idea de quien estoy hablando vamos a aclarar la identidad de nuestro segundo protagonista. 

The Amazing Randi
       James Randi nació en 1928 en Canadá. Cabeza calva y poblada barba blanca sigue dando vueltas por el mundo, dando conferencias y sobre todo desenmascarando chantas. En realidad comenzó siendo conocido por su nombre artístico "The Amazing Randi" dado que su carrera la inició como ilusionista y mago. Allá por los años 70 saltó a la fama un supuesto psíquico israelí llamado Uri Geller. El tal psíquico sostenía que era capaz de doblar cucharas, descubrir cuales recipientes cerrados contenían o no agua o detener relojes como consecuencia de sus poderes mentales. Y no solo lo sostenía sino que en presentaciones televisivas y teatrales lo lograba. Realizaba espectáculos donde la telepatía, la adivinación y ciertos fenómenos inexplicables ocurrían, supuestamente, merced a los poderes sobrenaturales del israelí. James Randi, como mago, sabía de que modo podían hacerse pasar las ilusiones de un prestidigitador por hechos sobrenaturales reales. Pero lo que realmente molestaba a Randi era que Geller no lo aclaraba. 

El día que Geller no pudo
      Quizá el programa de mayor audiencia en la televisión norteamericana haya sido The Tonight Show conducido por el presentador Johnny Carson. Cierta noche en 1973 Uri Geller fue invitado a participar de él. La oportunidad para promocionarse en el mercado del espectáculo norteamericano era inmejorable. El problema para Geller fue que James Randi también estaba invitado. Bajo las condiciones de control propuestas por Randi, los poderes psíquicos de Uri Geller parecieron negarse a aparecer, si es que alguna vez estuvieron presentes. 

      James Randi fue el extintor que apagó la estrella de Geller. Pero volvamos a Popoff y su línea directa con Dios.

      The Amazing Randi sospechaba algo raro en las buenas relaciones que Popoff mantenía con la divinidad. Además de mago e ilusionista James Randi es principalmente un escéptico. Randi y un asistente llamado Steve Shaw participaron de manera oculta de las reuniones que Popoff realizaba por todo el país. Eran realmente multitudinarias de modo que además de él y su esposa como protagonistas requerían de un buen número de asistentes que ayudaban a la gente a ubicarse en los lugares disponibles. Un nutrido grupo de simpáticos jóvenes conducían a los concurrentes hacia sus lugares mientras entablaban charlas ligeras con ellos. Preguntas intrascendentes como ¿De donde viene? ¿Que le anda pasando? Yo tengo una tía que también vive en Pittsburg que se llama Harriet. ¿Usted como se llama? Y así.

      Randi estaba convencido de que esas conversaciones no eran fruto de la cordialidad sino que perseguían algún fin oscuro, y aquí es donde entra su asistente Shaw en el juego. Recuerden que eran los primeros años de los 80 y la tecnología digital virtualmente no existía. Shaw, con la mayor de las discreciones posibles ingresaba a la sala con un bolso que contenía un aparato para rastrear ondas de radio. Debía monitorear manualmente las posibles frecuencias en las que podría estar recibiendo información vital el Reverendo Popoff. Hasta que un día...bingo!



Peter y Elizabeth
      Pescaron a Elizabeth, esposa de Popoff pasándole la información recogida durante el ingreso de las personas al predicador mediante un transmisor que Peter ocultaba dentro de su oído. Dado que semejante comportamiento constituye un delito, presentaron las pruebas ante el fiscal correspondiente. Como el fiscal no les hizo mucho caso, mientras esperaban que la justicia respondiera siguieron acumulando evidencia. Finalmente en 1986 y ante la ausencia de respuestas por parte de las autoridades judiciales, James Randi estaba nuevamente sentado en el living del Tonight Show. La audiencia escuchó las grabaciones no solo de la voz de Elisabeth sino también la de Volmer y Nancy Thrane, hermanos de uno de sus colaboradores leyéndole a Popoff en el momento adecuado la información recogida por sus "acomodadores". Las grabaciones incluso mostraban al equipo de Popoff haciendo bromas respecto al aspecto de quien estaba por subir al escenario o sugerencias por parte de Elizabeth hacia Peter de no mirar tanto el escote de alguna feligresa pechugona.

      Popoff actuó indignación acusando a Randi de ser un elemento del demonio. Su postura duró solo 3 días. Al tercer día de estar en todos los noticieros Popoff admitió el uso del transmisor pero sólo en los casos en los que la persona engañada necesitara "oraciones especiales". En setiembre de 1987, debido a la brutal merma en la cantidad de víctimas del Ministerio de Popoff, el mismo se declaró en quiebra ante la demanda de 790 acreedores. De todos modos, como si algo hay infinito es la estupidez humana, hasta el día de hoy, Peter Popoff continúa estafando gente, en nombre de Dios.

Depósito de U$S 1 Millón
      Randi se convirtió así en una especie de ejemplo del uso de la razón contra la pseudociencia. Primero fundó junto a otros científicos escépticos una entidad llamada CSICOP siglas en inglés del Comité para la Investigación Científica de las Afirmaciones de lo Paranormal. Pero como en toda actividad humana hubo diferencias de criterios y Randi la abandonó. Fundó entonces la James Randi Educational Fundation. A través de esta entidad, James Randi ofrece 1.000.000 de dólares a aquella persona que pueda demostrar, bajo condiciones de control, que es capaz de producir un hecho sobrenatural sin trucos ni trampas. El certificado del depósito del millón en cuestión luce aquí al lado y está depositado en la entidad Goldman Sachs & Company. Desde 1996 el dinero sigue allí sin que nadie haya logrado ganarlo.

Para terminar, algunos ejemplos de como Randi ha diseñado los experimentos para verificar, invariablemente, que se encuentra frente a un chanta.

     Una mujer se presentó sosteniendo que ella era capaz de ver el aura de las personas. ¿Cómo hacemos un experimento para comprobarlo? Si ella dice que puede verlas y yo no veo nada, sera que ella tiene "poderes" que yo no. Randi entonces le consultó cuan extensa era el aura al rededor de una persona, es decir, cuanto más allá de la persona se extendía el aura. La vidente le indicó que unas 5 pulgadas ( unos 12.5 cm). Pues Randi la sentó frente a una placa completamente opaca y eligió personas de estaturas similares. La placa era un par de centímetros más alta que la persona de pié. Por un procedimiento azaroso se determinaría si el sujeto de estudio iba a estar parado detrás de la mampara o sentado. Si estuviera parado, su aura se vería por encima de la placa, si estuviera sentado quedaría oculta. Se convino que para considerarse un éxito, la lectora de auras debería acertar por lo menos 8 de cada 10 intentos. Si alguien, completamente al azar dijera "sentado" o "parado" sus resultados se acercarían a 5 de cada 10. Nuestra fallida pitonisa acertó solo 4.

      Otra candidata decía ser: psicométrica. Era capaz de identificar características de una persona con solo palpar un objeto propiedad de ella. Otra habilidad difícil de probar. Imaginen unas respuestas de este estilo: el dueño de esta corbata tiene inconvenientes económicos (¿Y quien no? El 80% de las personas los tienen) o La dueña de este paraguas tiene problemas de salud (Desde un resfrío al mismo Cáncer  pasando por el dolor de cintura son todos problemas de salud). Randi debía ser ingenioso para eliminar todo tipo de ambigüedades que pusieran en duda el método de evaluación. Y tuvo una idea brillante. Le pidió a 12 personas su reloj pulsera (en el 89 no andábamos con celulares todo el tiempo y la hora se averiguaba con un reloj) y una llave de su propiedad. La psicométrica debía sencillamente unir correctamente el reloj y la llave de un mismo dueño convenientemente mezcladas previamente. Se convino de común acuerdo que la prueba se consideraría exitosa con un mínimo de 9 aciertos. La parapsicóloga acertó solo en 2 casos.

El dinero sigue depositado en Goldman Sachs.

      Si son capaces de mover un vaso a distancia, averiguar el signo de una persona con solo hablar con ella, o encontrar un pozo de agua sin haber cavado aún hay un millón de dólares esperándolos.

      Eso si, apúrense porque James Randi ya tiene 86 años y a no ser que algún alquimista le traiga la fórmula de la inmortalidad, no va a estar disponible para siempre

Que anden bien.







domingo, 16 de noviembre de 2014

De Jacobo VI a Luca Prodan. La historia de Sawney Beane, luciendo todos primorosas polleras escocesas

(La escena en la Gran Sala de Reuniones de la Nave Oeste de la Sede Central de Bombilla Tapada. Paredes revestidas en roble. Mesa de Nogal. Tapices en las paredes. Alfombra color salmón de pared a pared. Un gatito de la suerte de plástico dorado saludando con su mano derecha sobre una de las mesas de servicio. Ingresan los Directores. Caminan sobre la moquette casi sin hacer ruido. Cada quien toma asiento en el sitio habitual.)

- A ver - abre el fuego el Director Supremo desde la cabecera de la mesa - ¿Que tenemos para el próximo domingo?
- La historia del cero - postula una voz desde la cuarta silla 
- La explicación de en que consisten las trayectorias de Hoffman para alcanzar cuerpos celestes con menos gasto de combustible - se entusiasmó una voz con claro acento árabe desde una de las sillas más lejanas.
- Los espejos en la literatura - plateó un señor pasado de kilos levantando su regordeta mano.
- La sangre siempre vende - apuntó con voz casi inaudible un caballero extremadamente delgado sentado casi al fondo del salón. Su corbata negra lisa era tan fina como sus bigotes - y más si la historia incluye incesto, canibalismo y a Luca Prodan - agregó con voz temblorosa
- ¿Existe tal historia? - se entusiasmo el Director Supremo
- Fíjese - extendió una carpeta de cartulina celeste grisáceo con signos de haber estado usada más de una vez hacia la cabecera de la mesa. Tenía escrito con birome el nombre "Sawney Beane" en su caratula  Pasando de mano en mano la carpeta llegó hasta el director quien la abrió y examinó sus primeras hojas mecanografiadas en máquina de escribir.

El Director Supremo extendió un dedo y presionó un botón en el intercomunicador que reposaba sobre la brillante mesa de nogal.
- Teresita - dijo - llame al Jefe del Departamento de Estudios Escoceses. Tenemos el tema para el próximo domingo...

Sawney Beane
     Alexander Beane nació en East Lothian, cerca de Edimburgo en algún momento del siglo XV. De su padre solo se conoce su ocupación: cavar zanjas y cortar setos y arbustos. Pretendió durante algún tiempo que su hijo, conocido como Sawney (que es la forma escocesa de llamar a los Sandy. Que es la forma inglesa cariñosa para llamar a los Alexander) siguiera sus pasos. Y durante algún tiempo lo logro. Pero luego abandonó, y cuando digo abandonó lo digo del todo. No solo dejó de cavar zanjas sino que abandonó la casa de su padre y nadie lo vio más durante muchos años. Veinticinco, para ser exactos. La cosa es que previamente Sawney andaba de novio, o algo así con una señorita llamada Agnes Douglas. Agnes no tenía buena fama y no es que se le conocieran vicios lujuriosos sino que lisa y llanamente estaba acusada de brujería. Cuestión que el matrimonio, o algo así, Beane - Douglas desapareció del mapa.

Costas de East Lothian
      Durante esos años de ausencia los caminos de East Lothian se habían vuelto peligrosamente inseguros. Muchos viajeros en ruta hacia a Edimburgo desde el sur habían desaparecido en sus cercanías sin que nadie más los volviera a ver. Las primeras sospechas cayeron sobre algunos posaderos cuyos comercios se encontraban al borde del camino. Varios de ellos fueron detenidos solo por el hecho de haber tenido contacto con algún viajero desaparecido. Algunos fueron torturados a fin de que confesaran un supuesto crimen. Unos pocos fueron quemados vivos por alguna evidencia eventual. Ninguno, ni aún ante la certeza de su próxima muerte por el fuego confesó haber tenido nada que ver con las desapariciones. Ante la eventualidad de ser detenidos y acusados, los restantes cerraron sus posadas. Los caminos de East Lothian quedaron desiertos. Los pocos viajeros que se aventuraban por esos caminos, además del natural miedo no encontraban donde pasar la noche o agenciarse algún alimento.

Jacobo VI
      Preocupado por semejante situación, el Rey Jacobo VI de Escocia envió espías fuertemente armados a la zona. Los que volvieron no pudieron averiguar nada. Los otros ni siquiera volvieron. Para peor recorrieron la zona sin hallar ni siquiera guaridas, escondites o casas donde los salteadores de caminos pudieran esconderse. Los guardias del rey estaban absolutamente desconcertados. Desaparecían viajeros solitarios, gente que viajaba en pareja, y hasta grupos de más de seis personas. 





      Un matrimonio joven, montado en un único caballo volvía de la feria del pueblo por el camino desierto. Fueron emboscados por un numeroso grupo de asaltantes. El hombre se defendió como pudo a espadazos hiriendo a unos cuantos delincuentes. Su esposa fue derribada e inmediatamente atacada por la pandilla. Para estupor del marido fue degollada y algunos de los asaltantes bebieron su sangre. Luego le abrieron el vientre y le sacaron las vísceras. El tipo, viendo que ya no podía hacer nada por su mujer y consciente de que si lo atrapaban correría la misma suerte, buscó la forma de escapar a semejante barbarie. Y lo logró.

     Volvió sobre sus pasos y encontró a otros viajeros que también habían estado en la feria del pueblo cercano. Les contó como pudo lo que le había sucedido a su mujer y se unieron a él poniendo rumbo hacia donde habían sido atacados. Eran cerca de 30 jinetes. Llegaron y solo encontraron el cadáver de la mujer horriblemente mutilado. Horrorizados, el grupo entero se puso en viaje hacia Glasgow, unos 70 kilómetros de ahí, llevando consigo el cuerpo sin vida de la mujer con el objeto de presentarse ante los magistrados reales.



      El Rey Jacobo VI en persona organizó una partida de 400 hombres y un importante número de sabuesos. Llegaron al lugar mediante las indicaciones del viudo reciente pero no encontraron nada. Revisaron el bosque cercano sin encontrar nada que pudiera utilizarse como guarida. Los perros señalaban una gruta cuya entrada daba al mar. Ingresaron y recorrieron unos metros pero alguien notó que con la creciente diaria la gruta habría de quedar bajo el agua por lo tanto la eliminaron de la lista de posibles escondites. Siguieron buscando durante cuatro días sin hallar nada, sin embargo los perros continuaban con canina tozudez señalando la gruta. Organizaron entonces, a pedido de los perros, un grupo de búsqueda equipado con antorchas y obviamente armas. Ingresaron a la cueva y notaron que los sabuesos, a medida que avanzaban, se ponían más y más excitados. Caminaron cerca de 200 metros en la oscuridad girando conforme las vueltas del pasillo de la gruta. Llegaron al final de un pasadizo angosto donde la cueva se abría en una gran sala y lo que vieron les heló la sangre. 

Gruta de Sawney Beane
      La cueva la habitaban unas 48 personas siendo los cabezas del grupo Sawney Beane y su mujer Agnes. Ocho hijos varones y seis hijas mujeres. Hasta aquí extraño pero nada más. El problema es que el grupo se completaba con 18 niños y 14 niñas nietas de la pareja original. De más está decir que los últimos no podían ser otra cosa que fruto de la relación incestuosa entre hermanos o algo aún peor. Además de la exótica familia los exploradores encontraron oro, joyas y otros bienes pertenecientes a los asaltados, que al fin de sus 25 años de correrías sumaban una cifra cercana a los 1000. Pero había aún más.

      Dentro de la caverna se encontraron miembros cercenados, brazos, manos y pies, puestos a secar como si jamones fueran. Los muchachos de la familia Beane no solo asaltaban, robaban y mataban a sus victimas sino que también se las comían. Los exploradores aducen que no encontraron restos de ningún otro tipo de alimento por lo que llegaron a la conclusión de que eran exclusivamente caníbales. 



      El rey Jacobo los hizo encadenar y sacar fuera de la cueva para conducirlos a Edimburgo. Además, la partida de expedición retiró de la cueva los pedazos de humano que encontraron y les dieron sepultura en la arena de la playa cercana. Una vez en la corte la justicia de la época no consideró necesario ningún tipo de juicio. Eran culpables y punto. Toda la familia fue trasladada a Leith, localidad que alberga al puerto de Edimburgo. Allí los varones adultos fueron desmembrados (les cortaron los brazos y las piernas) y dejados desangrar por lo que murieron al cabo de unas horas de agonía. Las mujeres y los niños en cambio, en un gesto enternecedor por parte del rey, solo fueron quemados vivos no sin antes presenciar la tortura a sus padres-hermanos. Ninguno de ellos se reconoció culpable de ningún crimen. Ninguno mostró arrepentimiento, Ninguno pidió clemencia.

- Pero, escuchemé - le preguntó el Director Supremo al sujeto del fino bigote - ¿Está seguro de que esta historia es cierta?

      Al no haber juicio formal, el sistema legal Escocés de la época no registra ningún dato sobre el tema. Pero más aún, durante todo ese siglo no hay ni un solo registro oficial que mencione a ningún Alexander Beane por ninguna parte. Los historiadores suponen que un hecho como este habría causado una conmoción social importante que debería verse reflejada en la incipiente prensa de la época o en algún diario personal  o correspondencia privada de algún noble de la corte. Pero nada




      Es más, la historia aparece en la prensa sensacionalista británica recién en el siglo XVIII y allí se la comenta con el lujo de detalles con que la exponemos hoy aquí. 

- Lo entiendo, pero - dijo el Director Supremo quitándose los lentes - ¿Por que va alguien a inventar una historia semejante sin un buen motivo? ¿O es que hay un motivo?

Anna I Stuart
      Jacobo VI era de la familia Stuart (Estuardo para nosotros) y su dinastía duró hasta que Ana I procedió a morirse sin dejar descendencia. Como dato extra y sin intentar desviar la atención sobre el tema principal, su matrimonio con Jorge de Dinamarca (El de Ana) le dio 19 hijos, ninguno de los cuales llegó a la adultez. Cuando Ana I Stuart murió la sucedió un pariente cercano (Jorge I) de la casa Hannover dando por terminado el ciclo Stuart. Los Estuardo eran de Escocia y tenían toda la intención de volver a reinar. Por lo tanto intentaron varias veces ocupar por la fuerza el trono de Gran Bretania. La casa Stuart contò con el apoyo, en primera instancia de Francia y luego de España; a ambos países les convenía que Inglaterra tuviera una conmoción interna y hasta una guerra civil por tanto no dudaron en apoyar a los Estuardo tanto moral, diplomática y militarmente. Por otra parte, una victoria Estuardo los dejaría con una deuda de gratitud que españoles y franceses sabrían cobrarse. Buena parte de los escoceses veía con buenos ojos el retorno de un hijo de su sangre al trono de la isla y apoyaron la reinstauración de los Estuardo como casa regente. Cualquiera que haya visto "Corazón Valiente" sabrá de la histórica inquina mutua entre británicos y escoceses

Batalla de Culloden
      Como la pretensión era entronizar a un descendiente de Jacobo, el movimiento es conocido como levantamiento jacobita. Más allá de algunas victorias parciales el levantamiento fue sofocado definitivamente en abril de 1746 en la batalla de Culloden. Como ocurre en todas las guerras cada bando trata de demonizar a su rival y en ese contexto es que aparece la poco documentada historia de Sawney Beane, escocés, incestuoso, asesino y caníbal. El ejemplo se contraponía con los respetuosos, ilustrados y civilizados británicos.

- Comprendo - dijo el Director Supremo dejando la carpeta sobre el escritorio - Ahora. ¿Que tiene que ver Luca Prodan en todo esto? ¿Por que insiste en incluirlo en el título de la nota?

Luca
      Uno de los regimientos escoceses leales a los Estuardo fueron los Highlanders de Argyl y Sutherland participantes de la batalla de Culloden y su grito de guerra era: Crua Chan. El genial Luca Prodan homenajea a esos hombres en el tema de Sumo que lleva ese nombre, de ahí que durante el desarrollo del mismo suenen gaitas (en realidad es la guitarra de Mollo con efectos). 




- Me convenció - se puso de pié el Director Supremo acomodándose el chaleco - se publica el domingo. Se levanta la sesión.

(como regalo de mi parte, va el video del tema subtitulado en español para que, aquellos que no lo sabían, sepan de que habla)




Que anden bien!









    

domingo, 9 de noviembre de 2014

Napoleón, las latas, un concurso y una opinión personal

      Hace unas semanas, el habitual post de Bombilla Tapada contaba la curiosa historia de Margaret Knight y la fabricación de bolsas de papel. (http://bombillatapada.blogspot.com.ar/2014/10/una-mujer-entre-caballeros-la-historia.html) En él hablábamos al principio de la aparición de la disciplina denominada Packaging; el arte o ciencia de envasar. Hoy contamos con enorme cantidad de envases de lo más variado. Bolsas, cajas, botellas, bidones, potes, frascos y...latas. Y precisamente de las latas nos vamos a encargar en la presente nota que culminará con un sesudo análisis por parte del ilustre Departamento de Marketing Estratégico de Bombilla Tapada. Su comité de premiación (anónimo por razones reglamentarias) ha elegido el mejor envase de toda la historia y eso sí estamos autorizados a revelar, de manera unánime.

      De nada sirve contar con los mejores fusiles, los mejores cañones, los soldados mejor entrenados o las espadas más filosas si no podemos asegurarnos la comida de la tropa. El camino habitual en las guerras de la antigüedad era que el ejército avanzara saqueando en su avance hacia las tropas enemigas todos los poblados, plantaciones y manadas que encontrara a su paso. Del lado defensor la táctica, en cambio era huir  quemando campos y llevándose los animales de modo que los invasores se vieran sometidos al hambre durante buena parte de su avance. Un ejemplo nacional ha sido el Éxodo Jujeño por parte de Manuel Belgrano. Las tropas españolas bajando desde el norte camino al Tucumán se encontraron con una Jujuy vacía de modo que su aprovisionamiento previsto no se produjo.

Charqui (Carne seca)
      Un ejército que lograra llevar su comida consigo durante su marcha habría eliminado un problema mayúsculo. Claro, avanzar a velocidad vaca no era muy provechoso y llevar la carne sin tratar no era muy duradero ni saludable. Por otra parte la carne seca o salada era mayormente una porquería. Por lo tanto, uno de los mayores estrategas militares de la historia decidió que era hora de intentar algo nuevo. Propuso un suculento premio a quien lograra desarrollar un procedimiento que permitiera que la comida pudiera llevarse junto con el resto de los pertrechos sin deteriorarse ni pudrirse. Esta es la historia que vamos a contar hoy en Bombilla Tapada, en un abrir y cerrar de latas. Vengan por acá, serviremos arvejas y tomates peritas pelados enteros comunes enlatados.

     Muy probablemente fruto del azar, como tantísimos otros descubrimientos, unos 300 años antes de Cristo aparece una aleación de hierro y carbono que hoy conocemos como acero. El acero tenía, y tiene, enormes ventajas con respecto al hierro. Se oxida con más dificultad, conserva el filo y se puede laminar finamente entre otras propiedades. Si se toma una fina hoja de acero y se la baña en estaño, un metal muy maleable y de bajo punto de fusión, se obtiene lo que llamamos hojalata. Un recipiente de este nuevo material tiene un alto grado de resistencia a la corrosión. De hecho, los nobles ingleses afectos al rapé (polvo de tabaco que se inhalaba provocando estornudos) solían llevarlo consigo dentro de adornadas cajitas de este metal en fechas tan lejanas como el siglo XVIII. Presentado que fue el material, vamos a conocer la idea que sirvió para llenarlo.

     En el ring, dos sacerdotes cristianos. En la esquina azul representando a Gran Bretaña, nacido en 1713 John Needham.  Y en la esquina roja proveniente de Reggio, Italia, nacido en 1729 Lazzaro Spallanzani. Ambos, como dijimos, sacerdotes y ambos biólogos. Ambos también con una pelea académica sobre un tema que desvelaba a los científicos de mediados del siglo XVIII. La vida ¿Podía nacer de la materia inerte o era necesaria la presencia de otro ser vivo para lograrlo? Era obvio por ese entonces que sin un elefante y una elefanta no habría elefantitos pero con las recientemente descubiertas bacterias la cosa no estaba demasiado clara. Needham era partidario de la "generación espontanea" en tanto que Spallanzani sostenía que si no había previamente organismos en una muestra y se procuraba un buen mecanismo para que estos no llegaran a contaminarla, nunca aparecerían allí. Tanto Needahm como Spallanzani tomaron como objeto de estudio el caldo de carne. Needham (u otra persona, no se sabe. No ciertamente su esposa dado que como recordaremos era sacerdote católico) preparó un caldo de carne pero en lugar de tomárselo lo observó con los rudimentarios microscopios de la época. Nada. Ni una sola bacteria. Lo dejó unos días por ahí (la patente para la primera heladera doméstica es de 1911)  y cuando volvió a revisarlo...bingo!! El caldo era un canto a la vida. Estaba lleno de colonias de bacterias. Punto para John Needahm.

- ¡Objeción! - gritó en italiano Lazzaro - esas bacterias simplemente cayeron desde el aire no estaban en el caldo pero andaban por ahí. No se han generado de la nada. Spellanzani cocinó otro caldo y lo metió en un frasco esterilizado. Lo tapó, ajustó el corcho con alambre y lo selló con vela derretida. Varios días después lo abrió y....ni sombra de una sola bacteria. Punto para Lazzaro Spellanzani.

-¡Error! - gritó a los cuatro vientos Needham - el aire tiene sustancias indispensables para la formación de vida. Fíjese sino. Cocinó otro caldo, lo metió en un frasco, lo tapó como Spellanzani pero le dejó una pequeña cánula para que entre aire. Consecuencia, a los pocos días el frasco era un estanque de bacterias disfrutando de sus vacaciones lacustres. Punto para el inglés.

- ¿Vos me estás cargando, John? - le retrucó el italiano y procedió a hacer lo siguiente. Metió otro caldo en una botella. Lo cerró con corcho, alambre y cera y también le dejó la cánula. La diferencia es que Lazzaro la tapó con algodón de modo que entrara el aire pero no los gérmenes. Luego metió en agua hirviendo todo el conjunto por un buen rato. Al cabo de unos días el caldo seguía estéril. Knock out técnico para Spellanzani.

- Es que usted, al hervirlo - adujo Needham - mató la "fuerza vegetativa" de la materia. Ese caldo ya carece de "fuerza vital" sea lo que fuere que Needham creía que significara. Spellanzani procedió entonces a destapar el último frasco y dejarlo abierto por unos días. Si Needham tenía razón, no aparecería ningún microorganismo en él por mucho tiempo que pasara. Sin embargo al cabo de unos días otra vez el caldo era una orgía de bacterias. Knoc Out por cuenta de 10 y nuevo campeón del mundo Lazzaro Spellanzani.

      Mientras por acá estábamos interesados en sacarnos de encima al gobierno colonial español, cruzando el mar Napoleón Bonaparte  preparaba sus planes para ocupar la mayor parte posible de Europa. Y parte de sus pensamientos se los llevaban los alimentos para la tropa. Decidió entonces establecer un concurso mediante el cual quien le brindara la manera de conservar comida nutritiva se llevaría la nada despreciable suma de 12.000 francos. En 1795 estableció la competencia de modo que quien en 1804 a mas tardar la trajera novedades, se alzaría con el premio.

      Por lo único que ha pasado a la historia la Princesa de Forbach es por su voraz apetito y su afección por los dulces. Su cocinero, en cambio, quien le saciaba su hambre descontrolada, si ha pasado a la historia. Su nombre era Nicolás Appert y se convirtió en el ganador de los 12.000 francos del premio de Napoleón. Appert desarrolló un sistema similar al de Spellanzani. No era científico ciertamente pero era un tipo muy metódico y anotaba todo lo que se le ocurría, tanto en el ámbito de las recetas de cocina como en este. Su método se llamó "appertización" y consistía en cocinar los alimentos (arvejas, guisos, sopas, carnes en salsa) y luego envasarlos en frascos. Los cerraba a la Lazzaro, con corcho sujetado longitudinalmente con alambre y luego sellaba la tapa. De todos modos Appert había introducido algunas modificaciones a puro ensayo y error. Los corchos que se utilizaban en las botellas de vino, no servían para los frascos. Además del inconveniente obvio del tamaño la virtud que el corcho tiene de dejar "respirar" al vino es completamente inconveniente en el caso de las conservas. Appert entonces hizo cortar los corchos de manera transversal y funcionó. Del mismo modo cambió el sello de sebo de vela por el lacre. Luego de cerrados los recipientes eran hervidos por un buen rato y listo. La comida podía conservarse a temperatura ambiente virtualmente para siempre. Consignó sus métodos en un libro donde demostró lo metódico que había sido desde siempre que se llamó: "El libro de todos los hogares. El arte de preservar sustancias vegetales y animales por muchos años"

      Convengamos que el método funcionaba y eso le daba derecho a cobrar el dinero pero para un ejército en marcha, llevar la comida en frascos de vidrio era toda una dificultad. No está debidamente documentado pero diera la impresión que uno de los ejemplares del libro de Appert fue comprado por inglés llamado Peter Durand ya que 2 meses después de la aparición del libro en el mercado, el tal Durand le solicita a Jorge III por entonces rey de Inglaterra la patente para un método de conservación de alimentos. La diferencia fundamental entre el sistema de Appert y el de Durand era que este último utilizaba latas metálicas como envase.



      Tres años después Peter Durand le vendió los derechos sobre su sistema a Bryan Donkin y John Hall dueños de una acería. A ellos se les ocurrió usar latón para confeccionar los recipientes. De ahí en más la historia llega hasta nosotros que seguimos utilizando el mismo sistema. Donkin y Hall se tomaron un tiempo para perfeccionar el método y luego le enviaron muestras de las comidas envasadas al ejército británico. El ejército las despachó a lugares bien alejados como Santa Elena o las Indias Orientales. La aceptación fue total. De hecho, la primer expedición polar norte encabezada por Edward Perry llevó comidas en lata fabricadas por Donkin y Hall. Una lata de sopa de arvejas y otra de carne de vaca fue encontrada por la expedición polar de 1911. Casi 100 años después su contenido se encontraba intacto y comestible.

Una historia contada por Bombilla Tapada, no podía terminar así como así.

      La historia de la lata de conserva comienza aproximadamente en 1810. Pero no así la del abrelatas. Mientras tanto los soldados abrían las latas a bayonetazos en la campaña o en las casas a puro martillo y cortafierro. Hubo que esperar hasta 1855 (¡45 años!) para que al fabricante de cubiertos Robert Yales se le ocurriera una herramienta idónea para abrir las latas por métodos incruentos.






      Como digno final de este capítulo revelaremos cual ha sido el veredicto del Departamento de Marketing Estratégico de Bombilla Tapada acerca del mejor envase, a su criterio, de toda la historia. Ha sido elegido por su comodidad, facilidad de apertura, conservación de su contenido intacto, fácil acceso a consumir el interior y biodegradabilidad. Señoras y señores, nos complacemos en entregar el premio de Mejor Envase de toda la Historia a: la banana.


Que anden bien.













martes, 4 de noviembre de 2014

Nominación de Bombilla Tapada a los Best Blog Award!!!!

Bombilla Tapada saluda y recibe con estupor un nuevo Premio del ámbito bloguero

Ya tiene el Lieber
Ya tiene el Dardo
Y ahora se suma el Best Blog Award!!!

Evidentemente esta gente está muy confundida...

El Departamento de Ceremonial y Protocolo de Bombilla Tapada cumple entonces con la consigna del premio y pasa a responder las preguntas formuladas por quien lo premió, en este acto:

  • ¿Cuál consideras que es la mayor dificultad de ser blogger?
Mayormente ninguna. En realidad reconozco solo una. Me he auto impuesto la obligación de postear una nueva entrada cada domingo y a veces por ausencias o bien de musas o bien de tiempo, me sale una nota forzada y sin gracia. Normalmente disfruto mucho escribir y no encuentro ningún tipo de dificultad al hacerlo.

  • ¿Cuál es tu meta u objetivo con tu blog, a corto plazo? (recibir libros de editoriales, ganar seguidores, enseñar algo, dar a conocer tus pensamientos/cuentos/poemas, poder mantenerlo interesante, etc)
Básicamente que me lea la mayor cantidad posible de gente. Para eso hay que brindar contenidos de calidad, cosa que no estoy logrando por mucho que me esfuerce. Otro de los objetivos es el Novel de Literatura pero a más largo plazo

  • ¿Hay algún blog que te guste  mucho, ya sea por la estética, contenido, calidad?
Hay un par de blogs españoles de anécdotas históricas muy buenos. Son divertidos y educativos a la vez. Ojalá algún día Bombilla Tapada lo logre.

  • ¿Qué tipo de entradas son las qué más subís? (tags, preguntas, TTT, reseñas, etc)
Huy! Que dificil! Escribo sobre cosas que me llamaron la atención alguna vez. Historias curiosas o vidas cruzadas en los lugares menos pensados. En realidad escribo de casi cualquier cosa, siempre conservando la premisa de hacerlo de manera deficiente.

  • ¿Qué tipo de entrada es tu favorita y cuál es la que menos te gusta leer?
La historia tiene relatos maravillosos. No solo la de los protagonistas más conocidos sino preferentemente la de aquellos actores subalternos que han realizado la mayoría de los acontecimientos que nos han traído hasta aquí. Eso es lo que más me gusta leer. Lo que menos me gusta directamente no lo leo.

  • ¿Abrirías un canal en Youtube?
De hecho ya lo hice. Hay 6 o 7 post en Youtube realizados en video. Me lleva muchísimo tiempo hacerlos pero ahí están, para los que no quieren leer la palabra escrita. 
https://www.youtube.com/channel/UCSXhRoZIEHKzT8X4QV1_uOg

  • ¿Si pudieras haber escrito un libro ya publicado, cuál sería?
Crónica de una muerte anunciada, sin dudas. Hay que ser realmente un maestro de la literatura para revelar el crimen y sus autores en la primera página y sin embargo poder atraer al lector hasta el final de la novela sin contar con la ansiedad de descubrirlo.

  • ¿Qué genero es el qué más lees? ¿El que menos?
Novela y Divulgación Científica mayormente. Novela histórica e historia un poco menos. Nada todo el resto.

  • ¿Para vos que libro está sobre valorado? y ¿Qué autor está sobre valorado?
Cualquiera de Paulo Cohello. Es el Ricardo Arjona de la literatura

  • ¿Cuál ha sido el último libro que te has comprado? ¿Por qué?
Uno sobre la Orden de los Templarios porque estaba de oferta. El resto de los libros los estoy leyendo en el celular bajándolos de modo que no puedo revelar aquí porque sería cometer delito.

Ahora viene la parte donde tengo que nominar yo, y por lo tanto lo vamos a hacer:

Gemelo de Papel y Tinta
Los mundos de Laura
El otro lado del círculo

Y dejo entonces para el final, las preguntas que debo yo formular a mis nominados:

¿Cual es tu libro más querido? No el mejor ni el más caro ni el último. El libro objeto más apreciado

Cuando quieren escribir sobre algo y no le encuentran la vuelta ¿Prueban de todos modos o esperan a que se les ocurra?

¿Algo alguna vez los hizo pensar en abandonar el blog?

¿Hay algún autor no conocido por el gran público que merecería ser conocido a tu criterios?

Escribir ¿Con música de fondo?¿ En absoluto silencio? o no importa

¿Han incursionado en otras artes además de la literatura?

Con la satisfacción del deber cumplido y el agradecimiento por el premio, me despido hasta la edición habitual de cada domingo.

Que anden bien
  

domingo, 2 de noviembre de 2014

Un Ford viaja a Brasil pero Alemania se le pone en medio y debe volver a Detroit

      Muy a pesar de que grandes civilizaciones de la humanidad alcanzaron un alto grado de desarrollo sin haberla conocido, sin dudas la rueda es el invento que más ha impulsado la tecnología del hombre hacia adelante. Sin embargo su real importancia no solo radicó en ella sino en su amplia familia. Es cierto que cualquier cosa pesada montada sobre por lo menos un par de ellas se mueve de un modo mucho más sencillo que siendo alzada en andas o empujada arrastrando por la fuerza humana. Pero la tecnología debe mas a su hermano lungo, el rodillo; su primo dientudo, el engranaje y su amiga acanalada, la polea. Las máquinas que nos independizaron de la fuerza humana para el trabajo contienen normalmente a toda la familia completa de la rueda.  

      A inicios del siglo XX con la llegada de los automóviles las ruedas pasaron a ser las protagonistas de la historia, por lo menos de esta que estamos a punto de comenzar a contar. Más pesados y veloces que los carros tirados por caballos, las ruedas de madera con fleje de acero eran completamente insatisfactorias cuando no inútiles. A alguien se le ocurrió revestir el acero de la banda de rodamiento con caucho que si bien mejoraba el rodaje no hacía del andar en auto la agradable experiencia de hoy en día. 




       En Belfast, Irlanda del Norte, vivía un veterinario cuyo hijo utilizaba un triciclo para ir a la escuela. Las calles de la ciudad tenían un pavimento deficiente (no se si habrá mejorado. De hecho nunca estuve en Belfast) lo que hacía que el pequeño se quejara de lo duro que era conducir su vehículo. Su padre entonces tuvo la brillante idea de hacer un tubo de caucho inflable y cubrir con él el contorno de las ruedas. El nombre del veterinario irlandés era John Dunlop y se lo reconoce como el inventor del neumático. Sin ninguna intención de evitar el chiste fácil, de ahí en más todo comenzó a andar sobre ruedas.



      Conforme la fabricación de automóviles dejó de ser un divertimento de ingenieros excéntricos y se convirtió en una real industria, la demanda de caucho (la materia prima de los neumáticos) comenzó a crecer. El caucho, al menos el natural como sabrán proviene de un árbol. Su nombre científico es Havea Brasiliensis pero los aborígenes del Brasil, de donde es originario, le llamaban Cautchouc que en su idioma quiere decir: "árbol que llora". Luego de recolectar la savia del árbol mediante un corte en V el menjunje gomoso debe cocerse hasta espesarse para obtener una "bala" de caucho. De ahí en más debe someterse a un proceso llamado vulcanización que lo endurece (del que hablamos alguna vez en otro post de Bombilla Tapadahttp://bombillatapada.blogspot.com.ar/2013/09/samuel-gladstone-el-tipo-mas-equivocado.html) y más adelante, con el agregado de una malla de acero y demás complejidades obtendrá uno un neumático digno de ser aprovechado.

      Como decíamos al principio del párrafo ut supra (o sea el de acá arriba pero dicho en difícil) la fabricación de automóviles, en un momento dejó de ser un hobbie para pasar a ser una importantísima industria de miles de millones de dólares. Uno de sus pioneros sin dudas fue Henry Ford. Fundador de la Ford Motor Company es también el inventor de la fabricación de productos en serie. Cada obrero de su fábrica se encargaba de solo una tarea lo cual le otorgaba una notable habilidad para realizar la misma con la consecuente caída de los tiempos de producción. A cambio el pobre tipo sufría una terrible alienación laboral. Pasaba ocho, doce, diez y seis horas apretando el mismo tornillo, ajustando la misma tuerca o soldando el mismo rulemán. Ganaban buenos salarios para la época (U$S 5 por día, el doble que en cualquier otra automotriz) pero a cambio quedaban poco menos que locos. Dormían, comían, vivían y soñaban con la actividad laboral iterativa y rutinaria que desarrollaban todos los días en la fábrica. El caso es que Henry Ford estaba orgulloso de sus métodos y sus buenas razones tenía. En 1908 un Ford modelo T  0 Km. tenía un valor de mercado de 825 dólares. Para 1916 el mismo automóvil salía de la fábrica a 360 dólares. Los motivos eran la altísima especialización de sus operarios y el dominio por parte de Ford Motor Company de toda la producción. A su planta de Detroit solo ingresaban materias primas y salían automóviles terminados. A excepción de un solo detalle: los neumáticos. Si Ford quería dominar todos los elementos que conformaban un modelo T debía lanzarse al mercado del caucho y eso hizo.

Eso si, lo hizo a lo Ford.

Henry Wickham
      Muy a pesar del gobierno brasileño que con mucho celo controlaba que nadie sacara del país semillas del árbol de caucho, para controlar que nadie pudiera robarles el negocio, un tal Henry Wickham, inglés por supuesto, se convirtió en el primer bio pirata de que se tenga memoria al robar una barcaza llena de semillas de Havea Brasiliensis con destino Inglaterra. Los Reales Jardineros de su Majestad, famosos por sus orquídeas, determinaron que el lugar del mundo con clima más parecido al norte del Brasil eran Malasia y Ceilán, casualmente colonias británicas. Y tuvieron éxito; los arboles plantados y cultivados  de manera sistemática por botánicos profesionales eran más eficientes que sus colegas silvestres del Brasil. La zona de Amazonia, en el norte del Brasil, que había vivido unos años de fulgor a la sombra del caucho comenzaba a decaer a manos de los productores ingleses.

      Viendo que el negocio se esfumaba el gobierno de Brasil vio con beneplácito un proyecto de Ford. Comprar  1.000.000 de hectáreas en las riberas del río Tapajós cerca de la actual Manaos libre de impuestos durante 12 años a cambio de darle trabajo a obreros de la zona. En 1927 Fordlandia estaba en marcha.

     El proyecto de Ford pretendía trasplantar una ciudad norteamericana completa desde los Estados Unidos hacia el Brasil, de hecho la superficie de Fordlandia era similar a la del estado de Connecticut. Instaló en medio de la selva una ciudad con calles pavimentadas, usina eléctrica (para 1927 toda una excentricidad por esas tierras), planta potabilizadora de agua, hospital, escuela, cine y teatro, múltiples negocios, restaurantes, zapaterías, salón de baile y hasta campo de golf. La intención final de Henry Ford no solo era producir caucho sino re-crear el estilo de vida yankee en el Amazonas que tan buen resultado le había dado en Detroit, convencido de que esto era lo mejor que podía pasarles a los nativos. Supongo que no estaré desilusionándolos con un final sorprendente si les adelanto que el proyecto no prosperó y terminó realmente mal.

      Para empezar, no hubo manera de que los nativos apreciaran las hamburguesas, el arroz integral o los cereales para el desayuno. Tampoco fue posible, por rigurosas cuestiones climáticas establecer el horario normal de trabajo de 9 a 5 como en los Estados Unidos siendo que en el trópico es el horario de mayor marca térmica y humedad. Mucho menos, bajo ese calor insoportable, a usar overoles de gruesa lona para trabajar. Ford procuró transplantar también el culto religioso, las festividades norteamericanas (como el día de Acción de Gracias) y la Ley Seca (la prohibición de consumir y vender alcohol) que regía en los Estados Unidos en ese momento. También fracasó en esto.

      Dos años después de su inauguración, Fordlandia no había producido ni un solo kilo de caucho y ya estalló una revuelta. En la navidad de 1930 las autoridades norteamericanas de la compañía se vieron obligadas a pedir la ayuda del ejército del Brasil para sofocar la sublevación de los obreros. Los trabajadores jerárquicos norteamericanos, objeto de la ira de los operarios nativos aprovecharon para renunciar y volver a su tierra donde, si bien ganarían menos, sus vidas no correrían peligro.

      Ford entonces, decidió hacer una jugada audaz. Contrató trabajadores de Barbados, para sustituir a los brasileños rebeldes y envió a un grupo de botánicos a examinar in situ por que la producción de caucho era tan magra sino nula. Ambas cosas le devolvieron respuestas desagradables. La importación de trabajadores extranjeros enojó aún más a los nativos y el estudio de los científicos le indicó que no había ni remota posibilidad de que la plantación tuviera un rendimiento parecido a las británicas de Malasia y alrededores. En apariencia la determinación de haber plantado los arboles muy cerca para obtener mayor productividad por superficie cultivada era contraproducente. Los vaticinios de los botánicos se hicieron dramáticamente correctos cuando un hongo atacó la plantación y la cercanía de una árbol con otro provocó un contagio en cadena que mató a todos los Havea Brasiliensis desde allí hasta 140 kilómetros río abajo.

      Henry Ford no era un tipo acostumbrado a perder. Realizó entonces otro movimiento y mudó la ciudad de Fordlandia hasta otro lugar con mejores suelos que bautizó como Belterra. Recién ahí y en 1942 (14 años luego de su fundación) Belterra entregó su primer producción de caucho con un rendimiento aproximado al 50% de lo que se conseguía en las islas de sudeste asiático.

      Precisamente el sudeste asiático es el culpable de despabilar el sueño de Ford, cuanto menos de manera indirecta. Casi todas las islas de la zona eran dominio ingles en los momentos previos al estallido formal de la Segunda Guerra Mundial. Ante la inminencia del conflicto, Inglaterra comienza a acaparar caucho para su uso bélico (ruedas tanto de camiones como de aviones o motos) y a retacearle el material a quien terminará siendo su enemigo en la contienda: Alemania.

      Los alemanes se ponen a trabajar e instalan laboratorios donde se hacen pruebas de desarrollo de posibles sustitutos artificiales del caucho natural. Finalmente lo consiguen y en poco tiempo, todo el interés puesto sobre las plantaciones de Havea Brasiliensis desaparece. A nadie le despierta el más mínimo interés el árbol por el que se habían vuelto locos 20 años antes. Para 1945 se producen 70.000 toneladas de caucho sintético por año, el doble que el de caucho natural.



Henry Ford no era un tipo acostumbrado a perder, pero su tuvo que acostumbrar.

      Definitivamente en 1945 terminó por abandonar del todo sus sueños de Fordlandia en el Amazonas. Henry Ford llegó a un acuerdo y el Brasil le "compró" las dos ciudades por un precio ridículamente simbólico. Es más, quizá hasta hubiese ofrecido pagar él para que el Estado Brasileño se quedara con las ciudades de Fordlandia y Belterra.



      Uno amasa unos sueños más bien modestos que muchas veces tienen mayor componente sentimental o afectivo que económico. El sueño trunco de Ford le costó unos 20 millones de dólares de pérdidas (calculada al valor actual, unos 200 millones de hoy).

      En el caso en que en lugar de soñar con unas vacaciones de 10 días en la montaña o pintar el living de naranja trigo sueñen con fundar una ciudad en el Amazonas no duden en consultar al Departamento de Inversiones Inmobiliarias de Bombilla Tapada. Asesoramiento gratuito al 0800-333-NOHAGASMACANAS

Que anden bien.