domingo, 31 de agosto de 2014

La torpeza, repetida se transforma en mi estilo - Federico Manuel Peralta Ramos

La historia de hoy arranca lejos, pero termina cerca.

      Un tipo, comerciante de Buenos Aires, nacido en 1814 prospera al amparo de la guerra civil entre Unitarios y Federales vendiéndole uniformes a las tropas de Rosas. Cuando finalmente el bando de Urquiza triunfa, se encuentra con que no hay nadie que le pague lo adeudado desde el gobierno central. Por lo tanto, con esposa y 2 hijos decide vender todo lo que tiene aquí en la ciudad y probar suerte en el medio rural. Compra unas estancias en la zona llamada "Laguna de los Padres" e intenta mejorar el funcionamiento de un saladero de carne en las cercanías de Balcarce. El éxito no lo acompaña por lo que decide avanzar hacia el mar y con el permiso del Ministro de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, un tal Nicolás Avellaneda, lotea unos terrenos cercanos al mar y funda la ciudad de Mar del Plata. Con la venta de los terrenos en esos inhóspitos parajes comienza una fructífera carrera inmobiliaria que aún hoy continúan con éxito sus descendientes. El nombre del protagonista de este párrafo era Patricio Peralta Ramos, quien falleció en 1887. Un bosque que se conserva en las afueras de Mar del Plata, lleva su nombre. Pero más allá de tratar de él en las líneas de aquí arriba, Bombilla Tapada hoy descubrirá para aquellos que no lo conocieron la apasionante y corta vida y obra de uno de sus descendientes, el artista plástico Federico Manuel Peralta Ramos.

      Tataranieto de Don Patricio nació en la ciudad fundada por su antecesor el 29 de enero de 1939. Por mandato familiar lo mandaron a estudiar arquitectura carrera que no terminó. De todos modos y a instancias de su padre (Federico a secas) formó parte de la nómina de empleados del SEPRA prestigioso estudio de arquitectura de Buenos Aires aunque nunca aportó casi nada de su trabajo. Su padre lo mantuvo con rango y sueldo de "albañil" aunque nunca pegó ni un sólo par de ladrillos. Cuando alguien con ánimo de ofenderlo lo llamaba "mantenido" su respuesta era: - No te permito, che! Yo trabajo de hijo!

       Lo que Federico Manuel realmente disfrutaba era la bohemia de los años 60 y se acercó al mítico Instituto Di Tella, cuna de todos los artistas de vanguardia. De allí saltaron a la fama pintores como Antonio Berni, músicos como Nacha Guevara, geniales humoristas como Les Luthiers o actores como Hugo Midón. La mayoría de los plásticos del movimiento que dominaba la línea del Di Tella de esos años tenía por objeto romper la estructura estática del arte plástico hasta ese tiempo. Sus obras eran en 3 dimensiones, o se modificaban con el paso del tiempo u ocupaban lugares enormes. 



       Ganó el Premio Nacional del instituto en 1965 con la presentación de un huevo gigante que llevaba por título "Nosotros Afuera". La obra estaba construida en madera, metal y yeso y no estuvo lista hasta unos minutos antes de que comenzara la exhibición. Bueno, lista es un modo de decir, puesto que a minutos de comenzar la exposición el huevo comenzó a temblar mostrando claramente que pesaba demasiado para su estructura interna. La cubierta de yeso se quebró y comenzaron a caer pedazos de la cáscara exterior. Federico Manuel no se quedó cruzado de brazos y terminó de destrozar su obra de arte a martillazos frente al público.

       La siguiente idea grandiosa de Peralta Ramos fue la de incluir en su próxima exhibición, a modo de obra, un toro Gran Campeón de la Rural, un automóvil de Fórmula 3, un caballo pura sangre de carrera y una montaña de dinero. Había conseguido todo menos el toro. Se presentó entonces en el remate final que se hace luego de que termina la tradicional muestra agropecuaria en el invierno de 1967. Pujó en la subasta levantando su mano ante cada nueva oferta a fin de superarla. La disputa por el toro cerró en un valor de $ 1.100.000 de la época. El único problema es que Federico no tenía ese millón de pesos. Es más ese día se volvió a su casa desde la Rural caminando dado que no contaba con dinero ni para pagarse el colectivo. 

      Federico Manuel había llegado demasiado lejos con sus locuras artísticas a ojos de su padre. Mitad para llamarlo al orden, mitad para zafar de tener que afrontar una demanda por no pagar el millón de pesos adeudado por el toro, don Federico padre adujo que su hijo estaba desequilibrado mentalmente y para sostener sus dichos lo internó en una clínica psiquiátrica. Luego de unos meses logró que le dieran el alta no sin antes organizar el Festival de Mate Cocido en el neuropsiquiátrico en el que participaban los internos. Durante el festival, Federico lucía sobre su ropa un papel recortado a mano y escrito con lápiz que decía "Federico Manuel Peralta Ramos / Organizador".

       En los Estados Unidos vivía un tipo llamado Salomon Guggenheim miembro de una adinerada familia dedicada a la minería en el hemisferio norte. Cuando Salomon se hizo con el dinero suficiente, abandonó sus negocios y se dedicó al mecenazgo de nuevos artistas. Creó la fundación que lleva su apellido e instauró una beca que también lo lleva. En 1968, el comité encargado de seleccionar al beneficiario del premio eligió a nuestro protagonista como nuevo merecedor de tal beca. En la actualidad el valor de la donación que la fundación hace al artista premiado es de unos U$S 35.000 (en ese entonces eran unos U$S 3.000)

       Con el dinero, Federico invita a todos sus amigos (25) a una fastuosa cena en el Hotel Alvear de Buenos Aires, luego de lo cual la fiesta sigue en los boliches bailables de moda en la época (llamados boites, para ese entonces) con el excedente compra tres cuadros. Uno para su padre, uno para su madre y otro para él. Indignados los representantes de la Fundación Guggenheim le envían una carta solicitando explicaciones y, en caso de que no fueran satisfactorias, la devolución del dinero.

Original manuscrito de la carta de Federico a la fundación
       Federico Manuel responde, también vía postal del siguiente modo: "Una organización de un país que ha llegado a la Luna, que tenga la limitación de no comprender y valorizar la invención y la gran creación que ha sido la forma en que yo gasté el dinero de la beca, me sumerge en un mundo de desconcierto y asombro. Devolver los tres mil dólares que Uds. me piden sería no creer en mi actitud, por lo tanto he decidido no devolverlos" y agregó "Leonardo pintó la Última Cena, yo la dí".



       La Galería Witcomb lo invita a exponer y prepara un cuadro de gigantescas dimensiones. Como era de esperarse no había modo de pasarlo por la puerta de un local comercial. La solución encontrada por Federico tuvo forma de serrucho. Cortó en dos el cuadro y lo expuso en dos mitades apoyado en el piso en lugar de colgado como es habitual.

Mandamientos de la Religión Gánica
       Para fines de los años 60 Federico Manuel Peralta Ramos había postulado una nueva religión a la que adscribía e invitaba a unirse a todos sus conocidos que era la "Religión Gánica". Su primer mandamiento (la lista sumaba 23) era: "Ser Gánico" es decir, hacer lo que uno tenga ganas. El tercer mandamiento sugiere "Dejar a Dios tranquilo". El cuarto y el quinto se contradicen entre si: "Perder tiempo" postula el cuarto y "No perder tiempo", el quinto. El sexto sugiere que hay que regalar el dinero. El décimo primero "Tratar de divertirse todo el tiempo" a la vez que el décimo sexto ordena "Jugar con todo". El vigésimo segundo sostiene "No mandar" y el último, quizá el menos posible de cumplir contiene únicamente la palabra "Flotar". El original de Peralta Ramos que figura como imagen aquí al lado finaliza con la sugerencia "Clavar esto con una chinche en la pared".

       Incursionó luego en el mundo de la música grabando un inconseguible disco simple que de un lado tenía grabado el tema: "Soy un pedazo de atmósfera" y del otro "Tengo un algo adentro que se llama coso". Se grabaron solo 1.300 copias y hoy por hoy es dificilísimo de conseguir. Para ese entonces su fama excedía el mundo del arte y de la mano del cómico Tato Bores llegó a la televisión. Incursionaba en medio de los monólogos políticos del actor interrumpiendo con recitados de sus poemas. Algunas cosas de sus últimas épocas pueden verse vía Youtube. 

       Hizo algunos personajes menores en el cine con lo que no dejó medio artístico por utilizar. Podía vérselo tomando un café en Galería del Este o en el Florida Garden entablando conversación con cualquiera que le propusiera dialogar. La muerte de sus padres, con pocos meses de diferencia entre uno y otro, fue un escollo que le costó superar. Y tanto le costó que el 30 de agosto de 1992, con jóvenes 53 años, Federico nos dejó. Sin dudas, el día que algún escultor decida hacer la estatua al Loco Lindo, seguramente estará obligado a tomar como modelo la figura y la cara de Peralta Ramos.

       Les dejo un par de frases de su autoría y un video de él mismo, recitando uno de sus poemas preferidos: La hora de los Magos.

"Creo que nunca hay que perder la niñez y la locura: el adulto que abandona la infancia abandona la creatividad. El enemigo de alguien creativo es la vanidad, enfermarse de pomposidad y solemnidad, convertirse en un tronco cristalizado. Es bárbaro fomentar eso, porque lo que le hace falta a la Argentina son creadores"

"Soy un artista plástico sin capacidad comercial y sin efectivo y con una incapacidad innata para ganarme la vida"

"Pinté sin saber pintar, escribí sin saber escribir, canté sin saber cantar. La torpeza repetida se transforma en mi estilo"



  
Que anden bien







domingo, 24 de agosto de 2014

Los Pájaros de Hitchcock, las palomas de la plaza y Los Gorriones de Mao

      Durante toda la antigüedad los chinos se la pasaron construyendo murallas, inventando pólvoras y tintas que llevan su nombre. Además de ello nos prestaron la brújula, los jarrones Ming y los fuegos artificiales. A cambio de esto, quizá, inundan las calles de nuestros barrios regenteando todos y cada uno de los supermercados de pequeña o mediana cuantía. Pero sin duda lo mejor que vinieron haciendo desde hace siglos y aún hacen es reproducirse. 


      La población china es hoy, según estimaciones de unos 1.360 millones de habitantes. Si mezcláramos a todos los habitantes del mundo y eligiéramos 10 al azar, hay una altísima probabilidad de que 2 de ellos fueran chinos. Si jugáramos un partido de fútbol contra la selección china respetando la proporción de poblaciones nuestros 11 muchachos deberían vérselas contra 364 chinos...difícil. Con una población tan enorme la administración del país siempre ha sido más que compleja.

      Y es que además de su enorme población, China tiene una extensión de 9,6 millones de kilómetros cuadrados, fronteras con 14 países y unos 14.000 Km de costas marítimas. La administración estatal china  siempre fue una maraña de funcionarios, legislaciones, reglamentos y ceremonias de difícil o imposible control tanto por la cantidad de gente involucrada como por las enormes distancias entre las diferentes ciudades y la ciudad capital. Ya durante la dinastía Han (hace unos 2200 años) China comenzó a aparecer como una de las mayores economías del mundo. Su poder militar y el establecimiento de la Ruta de la Seda lo ubicaron como uno de los gigantes del mundo. Sin embargo la ausencia de mail y Whatsapp complicaban mucho las cosas. Si alguien lograra que todos los chinos se pusieran de acuerdo en hacer algo en particular, el resto del mundo iba a enterarse. Y esa fue la idea que propició, en 1943 Mao Tse Tung (o Mao Zedong según quien lo traduzca).

      Sin entrar en discusiones ni juicios de valor acerca del comunismo o capitalismo la intención de Mao, luego de imponerse el 1 de octubre de 1949 a la República de China mediante una guerra civil en su calidad de Presidente del Partido Comunista Chino fue organizar dentro del inmenso país e inmensa población lo que se llamó el "Gran Salto Adelante". El resultado no fue precisamente exitoso pero de todos modos vamos a desarrollar sus puntos centrales y contaremos una historia por demás curiosa que ocurrió en medio de ellos.



      La idea era organizar comunas de unas 5.000 familias campesinas cada una de modo que produzcan básicamente alimentos y acero. La maquinaria agrícola e industrial requiere de enormes cantidades de esa aleación y para octubre de 1958 China contaba con cerca de un millón de altos hornos (ingenio necesario para la fundición del hierro y fabricación de acero) aún en los patios de las casas. El acero obtenido por estos medios era de pésima calidad y servía para bastante poco, mayormente por la nula instrucción siderúrgica previa de los campesinos, pero los números de su producción crecían enormemente y el gobierno central de Pekín los recibía con beneplácito. Los fondos necesarios para la puesta en marcha del Gran Salto Adelante provinieron de la Unión Soviética en su mayoría, así que a poco de andar, China tenía una importante deuda externa a la que hacer frente. Los cálculos llevados adelante por los ideólogos del plan postulaban que, para solventar la demanda de alimentos de los 500 millones de habitantes que tenía China por esos días y además generar excedentes que permitieran exportar lo suficiente como para pagarle lo adeudado a la URSS era necesario quintuplicar su producción agrícola.   

      Para lograrlo, además de mejorar los métodos de producción agrícola con maquinarias y abonos debían eliminarse las plagas que afectaban la productividad de las cosechas. El gobierno de Mao identificó claramente a 4 de ellas: moscas, mosquitos, ratones y gorriones y puso en marcha un plan nacional para exterminar a dichos pájaros. Un plan nacional que, en dimensiones Chinas, involucró a los 500 millones de personas.

      Se esparció veneno para deshacerse de estos simpáticos paseriformes, se destruyeron sus nidos y sus huevos. Se desarrolló una estrategia artesanal de provocar ruido constante cerca de las aglomeraciones de gorriones además de agitar banderas y lanzar cohetes de modo que los pájaros levantaran vuelo y no tuvieran donde descender. Los pobres bichos morían de agotamiento cayendo rendidos al suelo. Ya saben ustedes lo que se dice acerca de la "paciencia china". La campaña fue un éxito (momentáneo cuanto menos, ya van a ver)

      Así como José de San Martín pensó que de no liberar Chile y Perú la lucha por la emancipación americana no estaría completa, Mao tuvo reuniones de altísimo nivel con Kim Il Sung presidente de la vecina República Democrática de Corea. Es que el líder chino quería evitar la inmigración de gorriones coreanos (los pájaros entienden poco y nada acerca de cuestiones limítrofes) e invitaba entonces al presidente de ese país a hacer lo mismo que ellos con las aves. A Kim Il Sung no le pareció del todo mal pero no se mostró del todo convencido. Le propuso lo siguiente: Si China le mostraba los resultados positivos del exterminio en su territorio, Corea establecería un plan de 3 años similar para lograr los mismos resultados.


Carro cargado de gorriones muertos
     Y los chinos siguieron envenenando, rompiendo nidos y extenuando gorriones y ya casi parecía que iban a lograr su cometido cuando alguien rescató una investigación de la Academia de Ciencias Norteamericana (furibundo enemigo de cualquier gobierno comunista) que sostenía que la dieta de los gorriones estaba formada no solo por granos sino por insectos y que en condiciones normales estas aves consumían más bichos que semillas. La historia no lo consigna, pero debemos suponer que al enterarse, a Mao le debe haber corrido un sudor frío por la espalda.

     Para 1960 una sequía importante afectaba a más de la mitad del territorio cultivable chino y para agregar más drama a la situación angustiante de la falta de agua llegaron....las langostas. Y mal que le pese a Mao, uno de los enemigos naturales de las langostas son los gorriones; y los gorriones ya no estaban allí para alimentarse de ellas. El voraz apetito de las langostas hizo el resto. Sin nadie que se las comiera las langostas dieron cuenta de la escasa siembra que había logrado brotar.



     No fue la única causa la de los gorriones pero entre 1958 y 1961 se produjo en China el periodo conocido como Gran Hambruna (los chinos lo llaman Tres Años de Dificultad quizá para suavizar los efectos) que dejó entre 15 y 36 millones de personas muertas, según quien haga las cuentas. Los niveles de producción y crecimiento de la población tardaron aproximadamente 20 años en recuperarse. Paralelamente a fin de 1960 se exporta por primera vez (y única hasta donde se) 200.000 gorriones desde la Unión Soviética hacia China como para comenzar a compensar su ausencia.

     Para demostrar como han cambiado las cosas desde ese entonces, el gobierno chino estableció en diciembre de 2002 una ley que sanciona severamente a quien cace, mate o venda gorriones.

De más está decir que Kim Il Sung no siguió las tácticas de Mao para con los gorriones coreanos.

Que anden bien!





miércoles, 20 de agosto de 2014

Bombilla Tapada nominado a los Premios Dardo!!!!

Cortito y al pié:

Al cabo de 70 y pico de notas y dos años de permanencia en la blogósfera Bombilla Tapada ha sido nominado, para mi sorpresa, el año pasado al Liebster Award.

Y este año, hace un rato, al Premio Dardo



En un par de días iré cumpliendo, modificando este mismo post, las condiciones para hacerme acreedor a él

Mientras tanto, no tengo más que agradecimiento.

Gracias y que anden bien

domingo, 17 de agosto de 2014

Usted proporcione las imagenes. Yo proporcionaré la guerra

      El oficio de difundir noticias es casi tan viejo como el lenguaje mismo. Las primeras referencias de profesionalización de la actividad tienen como protagonistas a los juglares o heraldos. Estos últimos, al referir las novedades de los caballeros andantes de pueblo en pueblo lo hacían nombrándolos por el dibujo de sus escudos (El Caballero de la Blanca Luna, El Caballero del Unicornio Carmesí) convirtiéndose de a poco en especialistas en el arte de los blasones. De hecho, el estudio e investigación acerca de los escudos lleva el nombre de heráldica a causa del arte de los heraldos. Desde el vamos no se esperaba que un heraldo que trabajara contratado por un caballero en particular fuera objetivo con respecto a los logros del mismo ni con las derrotas ajenas. Se sabía de antemano que si el Caballero de las Torres Rotas contrataba a un heraldo era con el objeto que, al llegar este a una aldea, contara maravillas de él y soslayara sus costados menos virtuosos.

Como se ve, a poco de hacerse profesional el trabajo de difundir noticias el asunto se vició de parcialidad. 

      Hoy hablaremos de un tipo que llevó el caso a extremos que esperemos que nunca se repitan. La historia transcurre entre Nueva York y Cuba. El protagonista nació en 1863 así que le pido a los caballeros que se calcen las polainas y a las damas que hagan lo propio con la capelina para no despertar sospechas y me sigan.

      Se llamó William Randolph Hearst y fue el fundador de unos de los imperios de medios más grandes del mundo para su época. En su momento de gloria 28 diarios eran de su propiedad en los Estados Unidos. Sin embargo su estandarte era el New York Journal. Mantenía una pelea abierta con otro grande de los medios de comunicación Joseph Pulitzer (Joe, para los amigos) ya que este era dueño del New York World. Dos tipos ambiciosos, dos tipos millonarios, dos diarios enfrentados. Todo listo para tener una gran batalla frente a nuestros ojos.



      Pulitzer tuvo una idea genial que hoy nos resulta común pero que en su momento fue un soberbio golpe de efecto. Incluyó en el diario una sección de tiras cómicas. Las tiras eran toda una novedad, pero incluirlas en un diario fue todo un acto de arrojo. La apuesta no le salió mal en absoluto. De hecho, el New York World pasó a vender de 15.000 a 600.000 ejemplares. La estrella del diario era The Yellow Kid un muchachito pelado de dientes desparejos y camisón de dormir amarillo. Hearst no pudo aguantar el éxito de su competidor e inmediatamente contrató a Richard Outcault, su dibujante, para que trabajara en el New York Journal. Despojado de su creador, Pulitzer encomendó una nueva versión de la tira a George Luks. Durante un tiempo, el New York Journal y su competidor New York World tuvieron en sus páginas simultáneamente al Yellow Kid. Las acusaciones de uno a otro, la falta de escrúpulos de ambos para mentir en detrimento de la posición del otro y la coexistencia en ambos del niño amarilo les valió el término de "prensa amarilla" que aún nos acompaña como sinónimo de periodismo inescrupuloso.

      Haciendo un pequeño párrafo aparte, Hearst intuyó que detrás de las tiras cómicas se ocultaba un formidable negocio razón por la cual fundó la King Features Syndicate que aún hoy provee a diarios de todo el mundo más de 150 productos entre tiras cómicas, pasatiempos y demás. Es el responsable de recopilar y editar en forma de libro las historietas por primera vez. De allí salieron El Gato Felix, Betty Boop, Popeye y Flash Gordon entre otros.


       Hasta acá parece un tipo de lo más simpático. Un empresario que sólo quiere aumentar sus ventas. Pero don William Hearst no conocía límites y si los conocía no le importaba ir más allá. Y fue.

       Sobre fin del siglo XIX se estaba terminando la era colonial tal como se la había conocido desde el descubrimiento de América para acá. Sea porque les habían agotado los recursos. Sea porque mantener las colonias salía más caro que los beneficios que se podían extraer. Sea como en nuestro caso, porque un movimiento patriótico nacionalista tomaba fuerza y vencía a los colonos, las potencias coloniales se batían en franca retirada de las tierras ocupadas. Sin embargo sobre fin de los 1800 Cuba seguía estando bajo dominio español. Y Estados Unidos le había echado el ojo a ese paraíso tropical.

       A decir verdad las cosas se habían empezado a pudrir por si solas en la Cuba de esa época. Para que se den una idea, el Puerto de La Habana por ese entonces movía tantas mercaderías como el de Barcelona. Cuatro presidentes norteamericanos le propusieron a España la compra de la isla. Para la península Cuba era una cuestión de honor. Durante ese siglo había perdido casi todas las posesiones de ultramar y no estaba dispuesta a resignarla ni por cuestiones comerciales ni por cuestiones políticas. El movimiento independentista cubano venía ganando adeptos (en parte por las restricciones al comercio que España les imponía) y los Estados Unidos estaban a la espera de una señal para tender su mano a los rebeldes en contra de España a cambio de ciertas concesiones posteriores. Todo esto claramente favorecido por los 170 escasos kilómetros que separan La Habana de Key West en EEUU y claramente entorpecido por los 7.500 km que la separan de Madrid.

      Bajo estas circunstancias geográficas el tráfico marítimo de mercaderías y personas era habitual entre EEUU y Cuba. En 1897 se encontraba anclado en el puerto de La Habana el buque norteamericano Olivette. El mismo se encontraba próximo a zarpar cuando ascendió una pasajera cubana, de nombre Clemencia Arango, Las autoridades Españolas sospechaban, por alguna razón, que Clemencia llevaba cartas de los rebeldes cubanos hacia los Estados Unidos y por lo tanto decidió requisarla. Dispuso para ello un camarote aislado y la presencia de una matrona que trabajaba para la policía. La requisa arrojó resultados negativos y Clemencia fue autorizada a partir a bordo del Olivette. Un incidente absolutamente menor y sin mayores consecuencias. Pero, del otro lado estaba William Hearst...

      "Indignidades practicadas por funcionarios españoles a bordo de barcos americanos". "¿Protege nuestra bandera a las mujeres?". "Una refinada mujer joven desnudada y registrada brutalmente por españoles bajo nuestra bandera en el Olivette" tituló sucesivamente el New York Journal acompañado con la imagen que ven aquí. Esto enardeció al público lector a pesar de que Clemencia explicó que nada de lo que Hearst publicó había sucedido. De todas maneras el escándalo duró poco. Al fin y al cabo Clemencia Arango era una cubana. Hearst necesitaba algo que afectara directamente intereses norteamericanos de modo que la guerra fuera un hecho.

      Envió a Frederic Remington, un artista que había tomado numerosos bocetos y pinturas durante la conquista del oeste a La Habana para que lo proveyera de imágenes sobre los supuestos excesos a los que eran sometidos los ciudadanos estadounidenses por parte de la administración española. La soga se había tensado un poco mas y Estados Unidos había enviado sin aviso un barco de guerra hacia Cuba, el USS Maine. Protocolarmente se suele avisar con anterioridad, pero EEUU no lo hizo, por lo cual España (o mejor dicho la administración española de Cuba) envió el crucero Vizcaya hacia Nueva York en señal de molestia.

En enero de 1897 Remigton envió un telegrama a Hearst con el siguiente texto:

Todo está tranquilo. No hay problemas. No habrá guerra. Deseo volver

A lo que William respondió:

Por favor, manténgase ahí. Usted proporcione las imágenes y yo proporcionaré la guerra.

      Y así ocurrió. La noche del 15 de febrero de 1898 el Maine vuela por los aires. Mueren 256 hombres. Se destinan 2 comisiones independientes (una Yankee y otra Española) para determinar las causas de la explosión. Sin esperar los resultados de la investigación, The New York Journal publica: "El barco de guerra  Maine fue partido en dos por un arma secreta infernal del enemigo". Todos los medios de Hearst (recordemos que eran 28 a lo largo de todo el país) repitieron la mentira. Los lectores se soliviantaron pidiendo venganza. Al gobierno Norteamericano de Mc Kinley le fue imposible contener a la población enardecida por las notas de Hearst. Los cronistas de los diarios de Hearst comenzaron a inventar historias cada vez más escabrosas acerca de supuestas escaramuzas y combates. Mujeres y niños muertos que nunca existieron. Robos y violaciones cometidas por los españoles sobre la indefensa población civil cubana. Las investigaciones no fueron concluyentes pero existen indicios muy fuertes (ausencia de columna de agua, inexistencia de peces muertos en la costa) que indican que el incidente del Maine se debió a una explosión interna y accidental, probablemente en la santabárbara del barco.

      Finalmente el peso de la opinión pública llevó a los norteamericanos a entablar batalla en el mar. En dos acciones decisivas (las batallas de Cavite y Santiago de Cuba) Estados Unidos termina con el control de Cuba por parte de España....y se lo queda él. Y ya que estamos el de las Filipinas y Puerto Rico. Pero eso es parte de otra historia.

      William Randolph Hearst fue en definitiva el impulsor de la guerra en Cuba al solo efecto de vender más periódicos. Luego la crisis del 29 le hizo perder algo de su poder. Posteriormente las leyes anti monopolio norteamericanas limitaron su radio de acción. Murió en 1951.

      10 años antes de su muerte, el director y actor Orson Welles filmó un fantástico film llamado "El Ciudadano Kane" inspirado indudablemente en la vida de Hearst. Enterado Hearst de que Welles estaba filmando una especie de biografía no autorizada y que ésta no lo dejaba del todo bien parado intentó impedirlo. Tan difícil se la puso Hearst a Welles que mereció otra película, llamada RKO 281, donde se cuenta la historia de la filmación de El Ciudadano. Hoy, en cualquier votación que se realice entre cinéfilos de cualquier parte del mundo, El Ciudadano Kane figura como la mejor película jamás filmada.




      Los despropósitos de Hearst no solo sirvieron como argumento para una película. También fueron la primera voz de alarma que puso el alerta sobre el enorme poder de los medios de comunicación capaces en ese entonces de llevar a un país a la guerra por un interés económico.

Afortunadamente esto ya no es posible que vuelva a pasar.....

Ponele

Que anden bien!





  

domingo, 10 de agosto de 2014

La justicia es lenta...porque se mareó por el camino

     Sin lugar a dudas, la democracia es el mejor sistema de gobierno que el hombre ha inventado. Se auto corrige y auto regula. Se renueva cada cierto tiempo estipulado. Permite la participación de todos los ciudadanos. Provee los mecanismos para que los derechos de todos sean respetados y otro gran número de ventajas. Sin embargo su antecesor sistema, la monarquía, no dejaba de tener su encanto. De hecho la democracia ha sido la tumba para los cuentos de hadas. Carece totalmente de atractivo que Cenicienta se haya casado luego del baile, en lugar de con el Príncipe, con el Subsecretario de Recursos Hídricos y que hayan sido felices hasta que "fue detenido acusado de peculado y malversación de fondos públicos"



      Es que en manos de un Rey las cosas se manejaban de un modo muy distinto. Él creaba las leyes, él gestionaba el manejo del estado y él hacía cumplir sus propios decretos y castigaba a quienes no los respetaban. Aún mejor; él mismo podía sacar de su propia legislación aquellos decretos que ya habían cumplido su cometido y que se contradecían con algunos nuevos. 

       Las cosas han mejorado, como decía en el primer párrafo, las tareas se han dividido y ha desaparecido la discrecionalidad del Rey para resolver las cosas merced a su único antojo. En cambio ahora, un grupo pequeño de personas organizan y ejecutan las directivas. Un número algo mayor formulan las leyes y reglamentos y un número aún más grande, con la inestimable colaboración de las fuerzas de seguridad, se encargan de hacerlas cumplir.

      Esto, además de la lamentable desaparición de los cuentos de hadas ha provocado un verdadero berenjenal de sentencias, leyes y reglamentos. Algunas leyes permiten lo que otras prohíben. Unas sentencias hacen imposible el cumplimiento de otras y algunos reglamentos han quedado tan anacrónicos que causarían risa, si no fuera que nadie se molestó en quitarlos de ahí y aún continúan vigentes. Bombilla Tapada les trae hoy una interesante colección de desaguisados legales para su uso y disfrute. Colóquense la toga y la peluca blanca y vayan pasando al estrado que el asunto comienza aquí debajo.

      En 1947, en El Paso Illinois ocurrió un accidente de tránsito como tantos que derivó en un juicio como ninguno. La señora Ruth Hildreth chocó con su automóvil contra el de Leroy Schneider. La señora Hildreth terminó en el hospital y Schneider en el cementerio. El otro dato a considerar es que el pobre de Leroy no tuvo quien lo llore pues no tenía pariente alguno. La señora Hildreth se venía gastando una pequeña fortuna en sus gastos médicos y pretendía su merecido resarcimiento. Temiendo que en ausencia de herederos la mucha o poca fortuna de Leroy Schneider se perdiera o cayese en manos de el Estado o la beneficencia Ruth pidió ser nombrada administradora de los bienes del difunto, aduciendo que tenía ese derecho dado el interés personal que el tema le despertaba. La justicia accedió. 

     Una vez que se recuperó de sus heridas, entabló otra demanda para cobrar la indemnización correspondiente a los daños recibidos. La misma se estableció en 20.000 dólares e incluía el reembolso de los gastos de internación, lucro cesante y demás conceptos. Una vez establecida la demanda la señora Ruth Hildreth se dio cuenta que estaba accionando en contra del administrador de los bienes de Schneider quien no era otra que Ruth Hildreth o sea ella misma. Desde el choque hasta ese momento habían pasado ya 2 años de papelería, abogados y jueces. Poco tiempo después, la corte de Eureka, Illinois anunció que "ambas partes" habían llegado a un acuerdo extra judicial.

      En la ciudad austriaca de Graz se registró un juicio bastante particular. Un vecino demandó a otro dado que el demandado era dueño de un ruiseñor y este (me refiero al dueño) dejaba la ventana abierta durante las noches de verano. El demandante aducía que el ruiseñor cantaba durante toda la noche impidiéndole dormir. Tres tribunales se ocuparon del asunto. El tercero de ellos y última instancia de apelación para el vecino molestado falló en su contra. Estableció que no se trataba de una emanación de olores o ruidos provocados por alguien ex profeso. Adujo además que el ruiseñor es un ave que naturalmente vive en Austria y que lo que su dueño hacía era solamente dormir con la ventana abierta a causa del calor. Cerró entonces el caso en favor del dueño del ave después de 7 años de litigio y tres tribunales intervinientes.

      Estaría tentado de decir que el fallo fue a favor del ruiseñor, pero durante los siete años de inútiles idas y vueltas judiciales el pájaro procedió a morirse. Como suelen hacer todos los pájaros más temprano que tarde. 

      Por último, mi querido lector, vamos a dejarles un escueto pero consistente catálogo de leyes poco o nada conocidas, de modo que estando usted recorriendo mundo, tal es la característica distintiva de nuestra modesta pero consecuente audiencia, no cometa algún delito de manera involuntaria.

      En principio, si visita usted Francia y desea comprarse un cerdo como mascota, absténgase de bautizarlo Napoleón. No solo se ganará la antipatía de los admiradores del Gran Corso sino que estaría cometiendo un delito.

      Si se diera el improbable caso en que siendo usted mujer y estando de visita en el Sultanato de Bahrein sintiera, por la causa que fuere, la imperiosa necesidad de concurrir al ginecólogo, tenga en cuenta que, para su tranquilidad, éste podrá examinarla. Lo que habrá usted de controlar es que el galeno no mire directamente a sus partes privadas sino que lo haga a través de un espejo. Si así no lo hiciera, estaría el doctor cometiendo un delito.





      En cambio si estuviera usted disfrutando de unas vacaciones en el Reino Unido y de paseo por sus costas hallara una ballena muerta (¿A quien no le ha pasado una cosa similar?) Debe usted dar aviso a las autoridades dado que en esos casos, la cabeza del cetáceo pertenece al Rey. La cola de la misma pertenecerá a la Reina. Se preguntará a estas alturas ¿Para que demonios necesitará la Reina la cola de una ballena? Muy sencillo, para hacerse las armazones de los corsé. Ahora bien ¿Para que puede querer la cabeza de una ballena el Rey? Eso también me lo pregunto yo.

      Si fuera el caso que estando en Indonesia se sintiera compelido a satisfacer sus apetitos venéreos y no contando con ningún acompañante adecuado a tales efectos procediera a gestionarse la satisfacción necesaria por su propia cuenta, procure que nadie se entere (de todos modos aún si no está en Indonesia no es conveniente andar ventilando cierto tipo de intimidades). Pero en el caso de la citada isla, la autosatisfacción sexual está penada por la ley. Y nada de multas o arresto. La pena prevista es la decapitación lisa y llana.

      Y para terminar, justo cuando usted comenzaba a creer que esta clase de ridiculeces legales ocurrían en paises exóticos o en lugares que han juntado por lo menos un milenio de legislación apilada por ahí y decide entonces dirigirse a los modernos, pragmáticos y pujantes Estados Unidos para evitar esta clase de inconvenientes legales, vamos a mostrarle que está usted en un formidable error.

      En Hawaii está prohibido meterse monedas dentro del oído. En Indiana es ilegal acarrear su propio trago desde la barra hasta su mesa. Para actuar conforme la ley debe ser el mozo quien lo haga. Si usted ha dejado un amor en Iowa y se despide de ella dándole un beso que exceda los 5 minutos, estará cometiendo un delito dado que es esa la longitud temporal máxima permitida para un ósculo. Nadie osará penar a usted en Alaska si le dispara y mata a un oso, pero puede tener problemas legales si, estando el plantígrado durmiendo, lo despertara usted con el objeto de fotografiarlo. En el estado de Vermont si es usted mujer y decide terminar de una vez con sus problemas odontológicos y hacerse una dentadura postiza, no olvide contar con el permiso escrito por parte de su marido, de lo contrario sería una acción ilegal. Por último si da usted un paseo por Illinois (tenga cuidado en principio que no ande Ruth Hildreth por la misma calle) y es detenido por la policía, asegúrese de tener cuanto menos 1 dolar en sus bolsillos, caso contrario podrá ser detenido por vagancia.

      Claro está que más allá de la humorada inicial no debe haber sido nada fácil sobrevivir en un lugar y un tiempo donde la legalidad de las cosas quedaba en manos de una sola persona. Pero habrá que ver si los verdaderos avances que hemos hecho en un sentido no nos han metido en una telaraña que aparenta estar ahorcándonos. 

En definitiva: Habeas corpus. In situ. Ad hoc. Criminis causa...rigor mortis, coitus interruptus

Será Justicia

Que anden bien!